14 de julio de 2019 – 12:07 – Por PEDRO MENA

El esfuerzo de las negociaciones entre representantes de la dictadura y del sector opositor, que se realizan en Barbados, promovidas por el gobierno de Noruega, con respaldo de toda la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos, involucrada en la búsqueda de una solución final, real y consensuada a la crisis política venezolana, que es hoy una crisis hemisférica, ha sido un duro blanco de crítica.
Recientemente escribí en un chat estas reflexiones: “La política es el arte de la negociación. La política no es emocional, ni testicular es cerebral. Pregúntale a Sir Winston Churchill cómo logró liberar al mundo del fascismo alemán de Hitler, construyendo una alianza antinatural entre el estadista humanista presidente Franklin Delano Roosevelt de USA y la bestia Josep Stalin, asesino de 16 millones de soviéticos a quien le apodaban “El Carnicero” y su gobierno de Gran Bretaña. ¿Cuál fue el milagro? ¿Qué ganó la humanidad? Si hubiese existido en esa época las redes sociales, seguramente hubiésemos leídos comentarios tristes y vergonzosos contra el genio estratégico de Sir Winston Churchill a quien hubiesen descalificado moralmente por ser un “alcohólico colaboracionista” ¡Así es la historia construida por los grandes hombres!
A este sitial de la historia universal nos negamos entrar, presos de aprensiones atávicas, culturales y subalternas, producidas por opiniones centradas en intereses personales, protagónicas y grupales, totalmente divorciadas del colectivo y deseos de las grandes mayorías, primero la patria y después la tumba.