David Blaine, ilusionista en Estados Unidos logró volar sin necesidad de alas o de motores, sino sólo atado a 52 globos de colores con helio.
Este gran acto lo realizó ayer miércoles 2 de septiembre, en pleno desierto de Arizona, en la zona conocida como Great Basin.
El mago se planteó alcanzar la altura de 5 mil 400 metros, pero terminó alcanzando poco más de 7 mil 500 metros. Originalmente estaba previsto que este espectáculo se diera en el río Hudson, cerca de Nueva York, pero descartó esa idea debido por las condiciones climaticas.
Para superar el reto, Blaine entrenó durante año y medio, tiempo en el que aprobó una licencia de piloto, otra de conductor de globo aerostático y una certificación de paracaidista tras superar 500 saltos en avión.
Además de controlar sus niveles de oxígeno, el equipo del acróbata tuvo que monitorizar en todo momento su temperatura corporal, ya que a esa altura se superan los 20 grados centígrados bajo cero, aseguraron.
Posteriormente, uno de sus colaboradores le dijo que a partir de ahora su destino estaba en sus propias manos. Acto seguido, el mago se lanzaba al suelo, mientras gritaba.
Pocos segundos después, Blaine abrió su paracaídas para terminar de descender con tranquilidad. Mientras estaba arriba, afirmó que su vista era la más “increíble en el mundo”.
Su hazaña fue transmitida en vivo a través de YouTube y antes de arrojarse al suelo, el ilusionista tomó algunos respiros, mientras recibía instrucciones por radio.