Este viernes se conoció el fallecimiento del diseñador y empresario falleció Henry Orenstein, el creador de Los Transformers, a los 98 años. Tras perder a su familia y sobrevivir a un campo de concentración, Orenstein emigró a Estados Unidos donde se dedicó a la fabricación de juguetes, un talento que lo llevó a crear a los robots que cambian de forma.
Los Transformers se convirtieron en una franquicia de productos muy exitosa en los años ochenta, con líneas de juguetes, una serie de televisión animada y otros productos complementarios que llevaron la fama a los Autobots y a los malvados Decepticons, que luchan en la Tierra mientras se transformaban en autos o en complejas estructuras robóticas.
También se hizo famoso por crear cámaras de cartas ocultas en las mesas de póquer, que permiten al público de televisión ver las estrategias secretas y los engaños de los jugadores. Orenstein tenía más de 100 patentes a su nombre. Además, era un fanático de ese juego de apuestas y en el 2008 fue elegido como miembro del Salón de la Fama del Póquer.
Igualmente, dada su experiencia en la guerra, apoyó a los sobrevivientes del Holocausto nazi.
«Henry era un genio, un hombre extraordinariamente inteligente que realmente hizo su fortuna de la nada». Así lo dijo a la página israelí Ynet com, Yonit Raviv Zilberstein, director ejecutivo del programa homónimo del fallecido filántropo: el Proyecto Orenstein.
«Era un sobreviviente del Holocausto que estaba muy preocupado porque había personas necesitadas en Israel y que no tenían comida. Él mismo estableció un comedor de beneficencia en Nueva York y fue un gran contribuyente a Israel», recalcó Zilberst.